Grandísima victoria la conseguida por el Ciudad en el municipal Sánchez Cánovas ante el Real Murcia B (2 - 3) que, desde el principio del encuentro, ha sido tremendamente inferior al conjunto dirigido por Beto. Esta victoria supone un golpe casi definitivo a la competición ya que son nueve los puntos de diferencia con el segundo clasificado.
La primera media hora del Ciudad ha sido prácticamente brillante, siendo bastante superior a su rival y lo más importante: plásmandolo en el marcador. El debutante Julio Abando, que ha jugado de interior zurdo, a los nueve minutos ya adelantó al conjunto rojinegro rematando de cabeza un centro al segundo palo puesto desde la derecha por Ortega.
La respuesta del Murcia B fue muy débil, tan sólo en centros sin peligro a balón parado que detenía Zapata. Abando casi marca su segundo tanto de la mañana en una contra rapidísima, pero su disparo lo detuvo sin problemas Alberto. El que no pudo parar fue el remate de Planagumà que a los veinte minutos de juego aprovechaba el centro que le mandó Ortega y anotaba el segundo gol del partido. El balón entró "llorando" a la portería grana.
El partido sólo tenía un dueño. Edu Jurado e Iván Díaz dominaban el centro del campo consiguiendo ser dueños del juego. Los interiores aprovecharon esa situación y recibieron gran cantidad de balones, sobre todo del ex del Logroñés, y en una de ellas Ortega, tras marcharse con una facilidad insultante de Ramírez, no dió el "pase de la muerte" a Mara para que el mazarronero sentenciara y prefirió terminarla él mismo pero su disparo se perdió.
Por su parte, el ataque grana estuvo desaparecido hasta el minuto 46 de la primera mitad, cuando Ramírez aprovechó un centro al segundo palo de Borja Pando y conseguía un 1-2 que no reflejaba lo que sucedía en el marcador. Tanto Aquino, que ha sido borrado del campo por un espectacular Méndez, como David Torres, apenas han aparecido en la primera mitad.
Con ese resultado se llegaba al descanso y entre la numerosísima afición rojinegra (que hoy ha dado una lección no dejando de animar ni un instante al equipo y que es parte fundamental de la victoria conseguida) quedaba la sensación de que había que seguir igual.
La segunda parte empezaba con una igualdad en el juego y sin dominador claro. En los primeros diez minutos apenas ocurrió nada ya que daba la impresión de que ambos equipos se vigilaban y esperaban.
A los doce minutos de la reanudación se producía un cambio que resultó definitivo: se marchó Abando y entró Patrick Amoah. Ortega pasó a la banda izquierda y el sueco ocupó el carril diestro. Patrick sólo necesitó seis minutos para marcar el gol que terminaría siendo el definitivo ya que consiguió aprovechar la pillería primero (robándole el balón a Castellanos a quince metros del área grana) y calidad después (poniendo un centro medido) de Planagumà, rematando a placer con el interior del pie derecho y marcando el 1-3.
El partido estaba sentenciado y el Murcia B no daba sensación de recortar la diferencia hasta el 85, donde Zapata demostró una vez más su calidad parando por dos remates de cabeza consecutivos de Quinín. El 2-3 definitivo llegaría de penalti que cometía Mikel Méndez en el 94 de partido. Lo transformaría Jonathan.
El Ciudad termina la jornada a nueve puntos del segundo, a trece del tercero, a catorce del cuarto y a quince del quinto clasificado. Y, sobre todo, termina la jornada demostrando el porqué de estas diferencias con sus perseguidores.
La primera media hora del Ciudad ha sido prácticamente brillante, siendo bastante superior a su rival y lo más importante: plásmandolo en el marcador. El debutante Julio Abando, que ha jugado de interior zurdo, a los nueve minutos ya adelantó al conjunto rojinegro rematando de cabeza un centro al segundo palo puesto desde la derecha por Ortega.
La respuesta del Murcia B fue muy débil, tan sólo en centros sin peligro a balón parado que detenía Zapata. Abando casi marca su segundo tanto de la mañana en una contra rapidísima, pero su disparo lo detuvo sin problemas Alberto. El que no pudo parar fue el remate de Planagumà que a los veinte minutos de juego aprovechaba el centro que le mandó Ortega y anotaba el segundo gol del partido. El balón entró "llorando" a la portería grana.
El partido sólo tenía un dueño. Edu Jurado e Iván Díaz dominaban el centro del campo consiguiendo ser dueños del juego. Los interiores aprovecharon esa situación y recibieron gran cantidad de balones, sobre todo del ex del Logroñés, y en una de ellas Ortega, tras marcharse con una facilidad insultante de Ramírez, no dió el "pase de la muerte" a Mara para que el mazarronero sentenciara y prefirió terminarla él mismo pero su disparo se perdió.
Por su parte, el ataque grana estuvo desaparecido hasta el minuto 46 de la primera mitad, cuando Ramírez aprovechó un centro al segundo palo de Borja Pando y conseguía un 1-2 que no reflejaba lo que sucedía en el marcador. Tanto Aquino, que ha sido borrado del campo por un espectacular Méndez, como David Torres, apenas han aparecido en la primera mitad.
Con ese resultado se llegaba al descanso y entre la numerosísima afición rojinegra (que hoy ha dado una lección no dejando de animar ni un instante al equipo y que es parte fundamental de la victoria conseguida) quedaba la sensación de que había que seguir igual.
La segunda parte empezaba con una igualdad en el juego y sin dominador claro. En los primeros diez minutos apenas ocurrió nada ya que daba la impresión de que ambos equipos se vigilaban y esperaban.
A los doce minutos de la reanudación se producía un cambio que resultó definitivo: se marchó Abando y entró Patrick Amoah. Ortega pasó a la banda izquierda y el sueco ocupó el carril diestro. Patrick sólo necesitó seis minutos para marcar el gol que terminaría siendo el definitivo ya que consiguió aprovechar la pillería primero (robándole el balón a Castellanos a quince metros del área grana) y calidad después (poniendo un centro medido) de Planagumà, rematando a placer con el interior del pie derecho y marcando el 1-3.
El partido estaba sentenciado y el Murcia B no daba sensación de recortar la diferencia hasta el 85, donde Zapata demostró una vez más su calidad parando por dos remates de cabeza consecutivos de Quinín. El 2-3 definitivo llegaría de penalti que cometía Mikel Méndez en el 94 de partido. Lo transformaría Jonathan.
El Ciudad termina la jornada a nueve puntos del segundo, a trece del tercero, a catorce del cuarto y a quince del quinto clasificado. Y, sobre todo, termina la jornada demostrando el porqué de estas diferencias con sus perseguidores.
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